Mayor competencia, atracción de talento humano, innovación y más beneficios económicos figuran entre las ventajas de cumplir el índice.

Una disposición a cumplir el Índice de inclusión y equidad laboral (IIEE) es el primer paso para tener empresas más exitosas y rentables, asegura la agencia White Fox Consulting. “La diversidad, inclusión y equidad laboral son críticas para cualquier empresa que quiera dejar de hacer negocios a la antigua y busque integrarse a la economía mundial”, enfatizó el director de la organización, Ramón Candel.

Según el representante, este Índice, que nació en El Salvador y por ahora convierte al país en un referente internacional, es un proceso de certificación que permite que las organizaciones puedan conocer y medir los niveles de inclusión y equidad de sus prácticas y políticas de negocios. Con una herramienta de 120 interrogantes, el indicador evalúa si las empresas están genuinamente comprometidas con desarrollar ambientes laborales inclusivos.

Candel explicó que este índice califica la diversidad (diferencias), inclusión (sentido de pertenencia) y equidad (mismas condiciones y oportunidades) en cinco grandes áreas o grupos poblacionales corporativos: por género, personas con discapacidad, con condiciones médicas crónicas, según su orientación sexual y pertenecientes a otras minorías como raza, etnia, nacionalidad, edad y religión.

“Lamentablemente, vivimos en una realidad en la que los seres humanos excluimos, marginamos o estigmatizamos a otros basándonos en cualquier estereotipo; pero las diferencias no tienen por qué ser malas y menos dentro de la empresa. Todos somos iguales precisamente porque somos diferentes”, aseguró el director de la consultora.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que el establecimiento de condiciones de igualdad dentro de las empresas, sin importar su tamaño o rubro al que se dediquen, beneficia a la economía global, ayuda al gobierno y a los mismos empleadores a tener una mayor ventaja comparativa en el comercio internacional. De acuerdo con el organismo, la igualdad y equidad laboral es incluso considerada como una estrategia para la reducción de la pobreza y sirve, también, como una red de protección frente a las crisis económicas.

Para White Fox Consulting, que lleva trabajando con el índice en los últimos dos años, la inversión en construir organizaciones que ofrezcan condiciones de inclusión y equidad laboral profesional es pequeña comparada a las grandes ventajas y beneficios tangibles que tienen las empresas. “La inversión en recursos y tiempo es baja en comparación de los beneficios y cambios organizacionales que se perciben: hay empleados más comprometidos, una cultura de cero tolerancia al acoso, un clima organizacional donde la creatividad puede florecer y un carácter diferenciador hasta más efectivo que la publicidad”, añadió Candel.

El director insistió, por ejemplo, en que las empresas equitativas e inclusivas se logran diferenciar de la competencia por sus prácticas de negocios y tienen una tendencia hacia una mayor intención de compra de sus clientes, en particular de los más jóvenes. También les permite atraer y retener al mejor talento humano y fomentar de manera constante la innovación en productos y servicios.

Por otro lado, agregó, una estrategia enfocada en este tipo de factores también generan mayores beneficios económicos a las empresas y de manera general contribuyen a generar una sociedad más justa. El índice aplica estándares internacionales ya conocidos y agrega rigurosidad en otras áreas de inclusión y equidad social. Además, exige el cumplimiento del marco regulatorio local.

A la fecha, solo dos organizaciones (transnacionales) han logrado certificarse, otras tres están en proceso y una docena más, en El Salvador y Guatemala, al menos ya comenzó a dar los primeros pasos implementando talleres de sensibilización.

En tres etapas, que en total pueden tomar un año en conjunto, la consultora concientiza, mide y evalúa el progreso de las empresas en la aplicación de las mejores prácticas de igualdad y equidad laboral. Según Candel, en el diagnóstico, que permite a la organización identificar brechas existentes, la mayoría de empresas obtiene un puntaje entre el 40 y 60 %; pero, esta etapa, precisamente lo que busca es darle una oportunidad para que la empresa evalúe a nivel interno lo que tiene y lo que debe tener.

En un segundo momento, la consultora se dedica a evaluar y auditar todos los procesos del negocio y las políticas de la organización. Toda la medición exige documentación de respaldo y además ejecuta entrevistas, grupos focales para determinar si la empresa cumple con las condiciones de igualdad y equidad laboral que ofrece.

Una última instancia, la etapa de progresión, sirve para entregar reportes de resultados, mejores prácticas y recomendaciones a implementar.

“Los beneficios de ser una empresa con equidad e inclusión laboral son invaluables”, puntualizó el representante de la agencia, puesto que, a su consideración, lo ideal es que todas las organizaciones se comprometan con crear ambientes laborales inclusivos y que ayuden a transformar las sociedades en un mejor lugar para vivir.

Pilares de evaluación:
Género
El índice determina si en la organización los hombres y las mujeres tienen los mismo deberes y derechos.

Discapacidad
De distinta índole: físicas, sensorial (vista y audición), intelectual (síndrome down o demencia senil o accidental) y psicosocial (ansiedad, depresión, trastornos bipolares, autismo).

Condiciones médicas crónicas
Como diabetes, hipertensión y, sobre todo, si las personas son portadoras de VIH .

Población LGTBI
Según su orientación sexual: Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales.

Otras minorías
Según raza, etnia, nacionalidad, edad y religión.